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3 feb 2020

AMASTITA PIEDRA DEL MES DE FEBRERO

AMASTITA

Es una piedra preciosa incluida entre las más valoradas, debido a su color natural cambiante, dependiendo de la fase en la que la encontremos pero caracterizada por un color púrpura intenso.




Las piedras grandes de amatista (drusas o geodas) se utilizan mucho en centros de salud, cuartos de meditación y salas de espera ya que llenan el espacio con vibraciones relajantes, neutralizan la energía negativa y liberan energía bloqueada.

La amatista es conocida también como la "Piedra del sentimiento", con propiedades relajantes





Tiene una faceta de calmante y tonificante de modo que en casos de estrés, nervios, angustias, miedos, ... puede ayudarnos a superarlos y recuperar nuestras energías.
Puede ayudarnos a transmutar nuestros pensamientos negativos en positivos. Esto significa que también nos aporta un pensamiento más real y conciso, ayudándonos a salir de una situación de confusión.

Amethyst by alexfurr.jpg

Libera bloqueos mentales, además de abrir nuestra mente a otras perspectivas e ideas.
Es una piedra absolutamente imprescindible para un sanador o persona que trabaje en la sanación de si mismo y de los demás porque permite limpiar el aura y crear un campo energético alrededor de la persona que lo utiliza muy positivo y elevado.




Uno de los collares más famosos que la firma Cartier le hizo a la duquesa de Windsor, fue decorado con Amatistas y turquesas, y es considerado uno de los mayores logros de los joyeros del Siglo XX. Actualmente podemos admirarlo en la exposición del Museo Thyssen-Bornemisza.



La leyenda del origen de la AMATISTA viene del mito griego.

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Dionisio, el dios de la intoxicación, se enojó un día por un insulto de un humano y juró venganza sobre el próximo mortal que cruzara su sendero.

 Tigres violentos deberían llevar a cabo su deseo. Amatista, una bella joven soltera, en su camino a rendir homenaje a la diosa Diana, se convertiría en la víctima.

 Diana transformó a Amatista a una estatura de cuarzo puro cristalino, para protegerla de las garras brutales. Dionisio lloró lágrimas de vino, en remordimiento por su acción a la vista de la hermosa estatua. Las lágrimas del dios mancharon el cuarzo de púrpura, creando la famosa joya.